De alguna manera hay que ir introduciendo a los personajes, dándolos a conocer y creo que es importante que la primera en pasar por esta tribuna sea la protagonista: Inés la «Espanzurranovios». No es que haya terminado con tantos novios, pero sí parece perseguirle una mala suerte a la hora de mantener una relación. Antonio fue su primer novio y murió de una enfermedad, lo que marcó a nuestra protagonista. Después se hizo novia de un amigo de Antonio, Tomás al que no quería mucho, pero podía haberse resignado a convivir con él. Sin embargo fue destinado a la Guerra de Marruecos donde enloqueció, llegando a liarse a tiros con el cura del pueblo por lo que tuvieron que ingresarlo en un manicomio. El tercer novio de Inés ni siquiera llegó a ser tal. Era un músico que trabó cierta relación con ella y sufrió un accidente de tráfico . Después del golpe, el hombre ni se atrevió a aparecer por el pueblo, seguramente temeroso de ser castigado por la maldición de la «Espanzurranovios». Así que Inés es una solterona de veintisiete años (sí, a mí también me parece imposible que alguien con veintisiete años sea un solterón o solterona), que viendo que ha pasado holgadamente la veintena decide formarse y buscar un trabajo, quiere ser maestra. Ser maestro a finales del siglo XIX y principios del XX no era precisamente una profesión lucrativa, pero, al menos, era una profesión. A Inés le gustan los niños y la lectura. Se encuentra cómoda con su familia, compuesta fundamentalmente por sus padres y abuela, pues su hermana Teresa se casó hace tiempo y ni siquiera vive en el pueblo.
En esas estamos cuando una noche desvelada, se levanta y le parece escuchar una voz pidiendo auxilio, despierta a sus padres y abuela pero nadie escucha nada. Todo parece haber sido un sueño hasta el día siguiente cuando se descubren los cadáveres de Cándido y Doña Paquita Gutiérrez. La muerte de los ancianos la obsesiona pues está convencida de que podría haber hecho algo para evitarlo. Cuando la Guardia Civil detiene a un hombre por el tamaño de sus pies pasa a la acción, decide investigar por su cuenta. Inés busca justicia. En su camino encuentra amigos como Felipe «Piesgrandes», Rafaela, el Inspector Roberto Martín y enemigos, como el Capitán Buceta y Francisco «el Cojo». ¿Encontrará a los responsables del asesinato?, ¿continuará vigente su maldición?
Me gustaría contaros por qué la bauticé como Inés, ya que fue un acto deliberado. Veréis al principio estuve revisando mucha documentación y entre otros casos, el crimen de Don Benito, aunque era anterior en el tiempo. La víctima de este crimen se llamaba Inés María y a mí me pareció que ese debía ser el nombre de mi protagonista, darle una vida aunque fuera literaria a quien falleció a manos de un sinvergüenza. y es que a veces tengo la sensación de que sólo queda para la memoria histórica el nombre de los asesinos, olvidamos a las víctimas y eso no me parece justo. Así no sólo el mote de Inés tiene una razón de ser. Su nombre no fue elegido al azar, es el de una chica de dieciocho años violada y asesinada por un «señorito» de estos que creían en la existencia del derecho de pernada y en la completa impunidad. Afortunadamente el tiro le salió por la culata, fue detenido, juzgado, condenado a muerte y ejecutado. Supongo que muchos sabéis que la obra de Felipe Trigo, «Jarrapellejos» está basado en ese crimen.
Inés es un personaje que evoluciona y cambia a lo largo de la novela. Es contradictoria, se equivoca, investiga, da vueltas pero mantiene constante su afán de justicia, su deseo de descubrir la verdad y de enfrentarse a ella. Vosotros tendréis que descubrir más…
P.D. No es que tenga que ver con Inés, pero quiero daros las gracias a todos los lectores, a los que habéis provocado que la novela se agotase en la Feria del Libro de Badajoz, muchas gracias por estar ahí. Espero estar a la altura de vuestro afecto.
Arancha Ch
18 mayo, 2015Me encanta esta protagonista. Y rl nombre, ni te cuento!
Un abrazo, guapa.
ANABEL RODRÍGUEZ
22 mayo, 2015Espanzurranovios… pobrecina mía. No sé, no sé, a veces soy pura maldad. :