La historia comienza presentando a Gen Nakaoka, que vive con sus hermanos y sus padres y están mal vistos en el vecindario por la postura antibelicista de su progenitor. Gen tiene seis años y vive en Hiroshima. Sobre las 8:15 horas del 6 de agosto de 1945 se dirige como cada mañana al colegio. Cuando está a punto de entrar, una señora le para y le pregunta si los niños más pequeños dan clase en el colegio o en templo budista. Antes de que pueda responder, sucede lo que ya sabes: un B 52 brilla en el cielo de la ciudad y cae algo de sus bodegas. Se trata del “Enola Gay” que a esa hora suelta una bomba atómica que estallará a unos seiscientos metros sobre el suelo de la ciudad. El niño, protegido por un muro de hormigón resulta ileso, pero la mujer a la que tenía que responder se derrite, literalmente, frente a sus ojos.
Pies descalzos, una historia de Hiroshima, cuenta la historia de ese niño, y de alguna forma la de su autor, Keiji Nakazawa. Él también tenía seis años el día del bombardeo, y allí perdió a su padre y dos hermanos, aplastados por los escombros de lo que antes fue su casa. Su madre embarazada, sobrevivió y de la impresión se puso de parto, dio a luz a una niña que murió sólo cuatro meses más tarde sin que supieran si la causa fue la radiación o la desnutrición. Las historias que se van sucediendo a lo largo de los cuatro volúmenes son las vivencias del autor y de otras víctimas del bombardeo.

El lenguaje que utiliza Pies Descalzos es el propio de la tradición japonesa del comic manga. No hay lugar a sutilezas, las cuestiones se plantean de una forma directa, brutal y en la mayoría de las ocasiones melodramática. Tanto el dibujo como la exposición de las tramas se subordina a que queden definidos de una forma muy clara las ideas del autor: anti belicismo, antiimperialismo y justicia social. Relatos en los que se muestra la represión contra los pocos japoneses que se atrevían a mostrar su rechazo a la guerra contra los aliados; la falta de civismo y solidaridad con las víctimas del bombardeo (tanto por parte de las autoridades como de muchos ciudadanos); los años de ocupación estadounidense y su férrea censura sobre todo lo que tuviese que ver con las consecuencias de la bomba atómica; de cómo la Yakuza (mafia japonesa) tomo el control de la arruinada Hiroshima en la posguerra y las oscuras finalidades de la A.B.C.C. (Atomic Bomb Casualty Comisión)…
Sin embargo, no es una obra triste. El protagonista de Pies Descalzos, Gen Nakaoka nunca cae en el desánimo, cuando se tuercen se acuerda de lo que le decía su padre:
Tienes que ser como el trigo que brota durante el frío invierno, crece, a pesar de ser pisoteado, fuerte y recto y apuntando al cielo, hasta que finalmente es coronado por una hermosa espiga.
Tienes que ser como el trigo que brota durante el frío invierno, crece, a pesar de ser pisoteado, fuerte y recto y apuntando al cielo, hasta que finalmente es coronado por una hermosa espiga.
Si te decides por este cómic no te arrepentirás, es una de estas lecturas que no olvidas. Una obra maestra del Manga que desearás que otras personas también lean y acabarás convertido en transmisor del mensaje de denuncia y resilencia que empapa cada página. Y no sólo eso, vas a conocer un poco de la historia de Japón, la consideración de deidad que tenía el Emperador, como se manipulaba y orientaba al pueblo para adorarlo y seguir sus directrices sin cuestionarse ni una de sus palabras y como, a pesar de todo el mal que causó, logró mantenerse en el poder, sirviendo no a su pueblo, sino a los intereses estadounidenses.
Estos comics fueron utilizados durante varios años como recurso escolar en los colegios japoneses para explicar qué era lo que había sucedido, para evitar el olvido. Sin embargo desde hace algunos años, se evita acudir al mismo posiblemente porque el mensaje que transmite de la actuación de los propios japoneses es negativo.

Keyji Nakazawa murió en el año 2012 de cáncer, no sé si estaría relacionado o no con la radiación que recibió el día de del bombardeo (posiblemente no). Lo que sí sé, es que a finales de 1945 se habían contabilizado más de 166.000 víctimas del bombardeo, aunque el goteo de víctimas durante estos años ha sido constante.
Como ves las lecturas que os propongo durante esta etapa van a ser variadas, para que todos encontremos la nuestra, ¿tienes alguna sugerencia?, ¿hay alguna novela gráfica que no deba perderme? Cuenta, cuenta.
Margarita Hans
6 octubre, 2017Aunque parezca mentira no he leído todavía nada de manga japonés, pero lo cierto es que tengo ganas, y en cuánto a los cómics me gustan muchísimo porque soy muy visual. Me gusta esta colección. No es un manga cualquiera, sino que es toda una historia por desgracia ocurrida en realidad. Gracias por la recomendación Anabel. 😀
Anabel
9 octubre, 2017Es muy manga, muy manga. Si ves Doraemon y esas cosinas ( o te tocó verlas en algún momento) te vas a encontrar con unas ilustraciones muy exageradas al servicio de la historia. Un abrazo fuerte y gracias a kilos por comentar.