
Cualquier novela, con independencia del género al que pertenezca, esconde tras de sí un ingente trabajo de documentación . Azaría ha requerido horas y horas de búsqueda de material relevante para las acciones que se desarrollan. Es posible que mucha de esta información ni siquiera se perciba, o no se haya utilizado por haber sido descartada al final. Lo mismo sucede con cualquier novela que se desee escribir: requiere un un trabajo de investigación variado.
Yo me pregunté cosas tan diferentes como qué se comía en una familia media en los años veinte; qué vehículo podía conducir tal o cual personaje; cómo era la arquitectura de las viviendas ( no unas cualquieras sino de ciertos pueblos); dónde cómo y qué asignaturas se estudiaba magisterio (os recuerdo que Inés quiere ser maestra); qué noticias eran las más importantes en aquellas fechas; cuáles eran los toreros más famosos en el año en el que trascurre Azaría; cómo se tramitaban los procesos penales; ropa que podían llevar los personajes (muchachas, ancianas, hombres de campo, barberos, curas, guardias…); la organización de la Policía y la Guardia Civil durante la época de Primo de Rivera; armas que se podían emplear, uniformes; procesos de conservación de cadáveres…
El primer problema con el que me encontré fue que no sabía a dónde recurrir para documentarme. Sí, tenía algunos libros de historia, pero eso no es suficiente (ni mucho menos). Otro problema enorme era que de tanto buscar documentos puedes acabar enfangado en papeles hasta la cintura y sin saber cómo gestionarlos. Por ese motivo, me resultó muy útil acudir a un libro publicado por Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja titulado «Cómo documentar tu novela», la autora es Gema Delgado. En la actualidad está disponible en e-book. Es una guía básica, pero muy útil para los que comenzamos a escribir. No es que haya que seguirlo a pies juntillas, sino que dependiendo del contenido de nuestra novela habrá puntos que no necesitaremos cubrir, pero sí nos va a dar una idea de como ir organizando el material que vayamos recabando (fotos, documentos, audio, documentales). Si vais a comenzar a escribir vuestra primera novela, sobre todo si tiene un componente histórico, os recomiendo que os hagáis con el libro. La autora os informa sobre cómo organizar los archivos, para recrear la época, el escenario y personajes. También facilita ciertas direcciones a las que recurrir para buscar la documentación que necesitemos.
Una ventaja evidente con la que contamos en la actualidad son los ordenadores y el acceso a internet.
- Los ordenadores nos van a permitir tener gran cantidad de documentación sin ocupar espacio alguno
- Internet nos permite acceder a informaciones de todo tipo. El problema básico que podemos tener es diferenciar la información fidedigna de la que no lo es y el riesgo de obtener más de lo que necesitamos. A mí me pasa con frecuencia, me emociono con algún personaje o vivencia y me lío a buscar datos como una loca y luego las horas que he invertido no me sirven para nada, al menos, eso es lo que puede parecer en principio.
Una de mis páginas favoritas a la hora de encontrar documentación sobre épocas anteriores, es la de la Biblioteca Nacional. De ahí he obtenido libros descatalogados (te remiten copias previo pago a través del Banco de España), y también me ha permitido acceder a la hemeroteca digital, tan útil a la hora de contaros cosas como las novias que tenía el señor dictador. También son muy interesantes las hemerotecas del ABC y la Vanguardia. Si queréis saber qué sucedió un día concreto, por ejemplo el de vuestro cumpleaños, esas páginas son muy útiles.
También he tenido que recurrir a diversos archivos, buscando documentación judicial que me orientase sobre como se hacían, porque como vosotros sabéis bien, una cosa es lo que dice la Ley y otra bien diferente la práctica de la misma. Quería ver autos judiciales de la época y no resultó sencillo, me encontré que los archivos custodiados en Madrid resultan de difícil acceso, así que recurrí a los archivos provinciales para buscar algo y lo conseguí.
En definitiva, si estáis tentados de escribir una novela o un relato complejo, posiblemente tengáis que invertir tiempo (y dinero) en documentaros. Es una faceta que me encanta, pero no todo el mundo lo ve así. Ahí que ir con los ojos bien abiertos y ganas de aprender.
Este es uno de los entresijos de cualquier novela, lo que no se ve, lo que no se percibe a simple vista, pero que está. Tal vez lo más importante sea que no se vea, que esté tan integrado en la novela que pase desapercibido. Un saludo y nos seguimos leyendo.