No sé si te ha pasado pero a mí se me acumulan los libros pendientes de lectura y llega un punto en que mi mesa de trabajo o mi mesilla se convierten en un cerro literario (mucho mejor que un páramo cultural, ¿no?).
Los consejos que te doy ahora son los que me aplico a mí misma cuando quiero disminuir el volumen de lecturas pendientes. En realidad todo es bastante más sencillo de lo que pueda parecer:
1. APROVECHA EL MOMENTO
Las esperas en oficinas, consultas de médicos, transporte público son tediosas. Aprovecha esos momentos para dedicar un rato a lo que estás leyendo. Puedes llevar a mano tu libro físico, el electrónico o emplear tu móvil o tablet. Tenemos la suerte de encontrar infinidad de instrumentos con los que leer a nuestro alrededor. ¡APROVECHALOS!
Además parece que cuando lees o estás entretenido la Ley de Murphy se pone en marcha y es justo en ese momento cuando te llaman, o suena tu número o simplemente llegas a la estación que esperabas. Vale, admito que es posible que el tiempo pase más rápido cuando leo, no soy objetiva.
2. SI NO TE GUSTA, DÉJALO
Soy seguidora acérrima de Daniel Pennac. Entre los derechos del lector que proclama el escritor francés se encuentra el de abandonar una lectura de un libro cuando se te atraviesa.
Da igual que a tus amigos les haya encantado, que lo recomiende la crítica, tu bibliotecario y tu librero, si no te gusta… déjalo. Todo resultará más sencillo. Posiblemente ese libro no es para ti. Da igual la consideración que merezca al común de los mortales, si no te gusta no tienes que justificarte, ni tragar doscientas páginas innecesariamente. Hazme caso… yo en mucha ocasiones he continuado con la lectura y me arrepiento.
Abandona ese libro sin remordimientos de conciencia (salvo que estés leyendo Azaría, que queda feo pero hace tiempo que no me hago autombombo).
3. LEE POESÍA, RELATOS Y NOVELA CORTA
A veces me sucede que no me apetece meterme en una lectura larga, prefiero adentrarme en algo que me permita concluir pronto y darme sensación de saciedad. Recuerda que no por ser más largo un libro es de mejor calidad (ni mucho menos). Hay libros de relatos buenísimos que te darán sensación de avanzar más, de no estar estancado.
También la novela corta es una opción cuando no dispones de mucho tiempo pero quieres encontrar lecturas interesantes. Hace poco Gabriella Campbell (autora de uno de mis blogs favoritos) hablaba a los escritores sobre lo positivo que podía ser escribir novela corta. Si además de lector eres escritor deberías leer lo que dice.
Y la poesía siempre está ahí. Debería entonar el mea culpa porque no leo mucha poesía, pero reconozco que cuando lo hago, suelo terminar bastante satisfecha. Tal vez sea una opción válida para ti.
4.SACA QUINCE MINUTOS
¿Qué no tienes tiempo para leer?, ¿a quién quieres engañar? Quince minutos los sacas de donde sea y te cunden, vaya que si te cunden. No es necesario que veas la tele, el reality que tan interesante te parece. Lo van a repetir hasta la saciedad y además no vas a ver un euro del premio del ganador. Veinticuatro horas son muchos minutos (1.440 para ser exactos) y puedes encontrar quince que no dedicas a nada de interés.
Es cierto que la lectura requiere una actitud más activa por parte del lector. Construyes el mundo que creó un escritor, los personajes, los visualizas y de alguna forma (si lo que lees es bueno) esa historia pasará a formar parte de ti. No digo que no veas la tele, ni que tires la Play por el balcón, sólo que las formas de consumir ocio son compatibles. Leer más, te hará pensar y fomentará un sentido crítico de una manera que no lo hacen las consolas o la tele.
Un cuarto de hora lo sacas de donde sea. Yo me apunto treinta minutos de lectura diarios en mi bullet journal (ya hablaremos de la revelación, porque el bullet ha sido eso para mí) y normalmente cumplo. Algún día puedo tener migraña o estar tan saturada de otro tipo de lecturas (normalmente de derecho) que no me apetezca hacer nada, pero en general encuentro treinta minutos sin problemas. Y si yo puedo, tú puedes.
5. NO LEAS A LA HORA DE DORMIR
Sí, lo digo totalmente en serio… esto no te lo esperabas ¿eh? Salvo que lo que pretendas sea conciliar el sueño y lo tengas como rutina (lo que te desaconsejaría vivamente cualquier neurólogo) no leas a la hora de dormir. ¿Por qué te doy este consejo que parece contradictorio? Por varios motivos:
- No avanzas mucho y eso causa frustración. A mí se me cierran los ojos cuando me meto en la cama y cuando llevo el libro conmigo no consigo adelantar más de un par de páginas. Al final, como estaba amodorrada cuando leí, tengo que volver a donde lo dejé (más o menos). Resultado: casi no he adelantado y vuelvo a la casilla de origen.
- Si avanzas mucho pierdes horas de sueño. Sí, cuando te enganchas y no puedes parar de leer como si no hubiera un mañana, deberías pensar que sí, que ese mañana existe. Si viene acompañado por niños, trabajo o simplemente una mala noche, prepárate a sufrir.
- Molestas a quien está contigo. Mis gemelas duermen en la misma habitación (de momento no quieren separarse), una es lectora nocturna y la otra no. El problema es evidente, una quiere dormir y la otra pasaría horas y horas con el libro delante. Como es imposible conseguir que su hermana deje los libros, Patricia ha optado por ponerse la almohada por montera para conciliar el sueño (literalmente). Pobrecita mía.
6. BUSCA TU LIBRO IDEAL
Lo que pretendo decir es que estés abierto a todo tipo de lecturas. No te cierres en banda porque se algo se etiquete como fantasía, novela histórica, negra o romántica. No huyas de la poesía. Si un libro es bueno lo es con independencia de su temática. No darle una oortunidad a un buen libro porque sea algo que no suelas leer, es una pena.
Lee, lee mucho y disfruta de cada libro y recuerda, si no te gusta, le das una patadita y se acabó.
7.COMPARTE TU OPINIÓN
Hace tiempo que estaba suscrita a goodreads, una comunidad de lectura y de escritores. No le hacía mucho caso. Sin embargo este año me he propuesto darle uso y me está funcionando. He conocido a gente, comento, me comentan y es interesante saber lo que piensan los demás sobre un libro que quieres leer o ya has leído.
Aunque la mayor parte de las personas que lo forman son angloparlantes, también hay una interesante comunidad de hispanos. Aprovecha la oportunidad, comparte tu opinión. Te animará a leer más.
También puedes formar parte de algún taller de lectura. Si no los encuentras físicos (aunque los hay y muchos. Un beso para mis amigas de Villanueva de la Serena) también tienes la opción de recurrir a grupos virtuales como el que hace mi amigo Miguel autor de «las rubias también leen».
Hasta aquí mis consejos para que tu cerro (pila, montaña…) de libros pendientes de lectura vaya descendiendo. Leer más es posible, encontrar ese fragmento de tiempo para nosotros. Este año he leído libros que me han hecho crecer como persona lo creas o no. Leer tiene un poder beneficioso.
Me gustaría que me dieras tus consejos para leer más. Serían muy útiles y permitirían a otras personas, que desean leer, acercarse a los libros con otro talante. Podemos crear una nueva lista con lo que aportes (o unirlos a estos) ¿no crees? Pues vengan esos consejos.
Miguel
19 septiembre, 2017Aquí Las rubias llamando al planeta Tierra… ¡Mil gracias! Nuestro Club de lectura está abierto a todos (morenas y calvos incluidos), pero con Los miserables no se ha animado ni un alma. ¡Un beso!
Anabel
19 septiembre, 2017Es que los miserables es mucho miserable… yo iba a animarme con Anna Karenina y me ha entrado tal mosqueo con el conde Vronsky que lo he plantado cuando llevaba doscientas y pico páginas, pero volveré. Te voy a hacer una proposición decente, que me ayudes con una entrada con recomendaciones de novelas cortas o libros de relatos, ¿cómo lo ves?, ¿nos animamos?
Miguel
20 septiembre, 2017¡Nos animamos! Que con tanta Karenina y Miserable, algo cortito es de agradecer 🙂
Anabel
20 septiembre, 2017Genial, pues nos ponemos con ello. Plas, plas, plas. Un beso