Se acercan de nuevo las elecciones y muchos dirán que es una pérdida de tiempo ir a votar. Nada más lejos de la verdad, votar es necesario, implicarnos más en la sociedad que vivimos, también. Ya te pedí que fueras a votar en el mes de diciembre, cuando nada hacía presenciar que nos veríamos de nuevo por aquí. Hoy traigo una «vieja» entrada sobre una de esas personas que pidieron el voto la mujer, que se desgañitó para que hoy tengamos derechos: Emmeline Pankhusrt.
Emmeline no nació Pankhurst, sino Goulden en 1858. Sus padres eran un matrimonio británico rico adelantado a su tiempo, creían en la igualdad de hombres y mujeres ante la Ley. Su padre participaba en el movimiento por la erradicación de la esclavitud, y su madre a favor del sufragio femenino. Para que su educación fuera lo más completa posible la enviaron a París cuando tenía 15 años. De vuelta a Inglaterra, y con sólo 21 años Emmeline, se casó con el abogado Richard Marsden Pankhurst (veintisiete años mayor que ella), partidario de la concesión del derecho de sufragio a las mujeres. El Sr. Pankhurst fue autor de la Ley de Propiedad de la mujer casada, creada para permitir que estas administrasen sus propios bienes, lo que no es moco de pavo, porque hay que recordar que en España , hasta el año 1974, las mujeres necesitaban permiso bien de su padre, o de su esposo, para trabajar …. Del matrimonio nacieron tres hijas y un hijo, que siguieron la estela de sus padres.
En 1892, con 34 años, Emmeline Pankhurst fundó la Liga en Favor del Derecho al Voto de la Mujer. Enviudó en el año 1898 pero no se quedó encerrada en casa, ni mucho menos. En 1903, creó la Unión Política y Social de la Mujer, un movimiento reivindicativo, al que se unieron sus hijas mayores Christabel, y Sylvia. A partir de entonces cambia la actitud que hasta el momento habían tenido las sufragistas, confrontándose directamente con los varones de una forma activa.

Emmeline Pankhurst con dos de sus hijas Cristabel y Sylvia
En el año 1905, la hija mayor de Emmeline, Christabel Pankhurst, y Annie Kenney, protagonizaron un gran escándalo. Ambas asistieron a un mitin del dirigente del Partido Liberal, Lord Grey, entonces Ministro del Gobierno Británico. Cuándo inició su discurso, las dos mujeres empezaron a gritar «¿Cuándo dará el Gobierno Liberal el voto a las mujeres?«, una y otra vez. Como no se callaban, aquellos hombres estupendos llamaron a la policía para que las echaran de la reunión, a lo que se negaron ambas, entablando un forcejeo con los guardias que acabó su detención. Las acusaron de agresión, y fueron condenadas con una multa, que no pagaron, por lo que fueron encarceladas (es lo que conocemos como responsabilidad personal subsidiaria, ¿no?). El escándalo fue mayúsculo, por primera vez en Gran Bretaña, las mujeres habían usado la «violencia» para conseguir el voto.

Detención de Emmeline Pankhurst
En 1907, Emmeline, junto a sus hijas inició un movimiento de agitación en Londres, fueron encarceladas en varias ocasiones, y realizaron varias huelga de hambre. Emmeline fue obligada a alimentarse por pertenecer a una clase acomodada (ya se sabe que no se puede dar escándalos), murieron varias mujeres, y la alarma se incrementó en la biempensante sociedad postvictoriana. Crearon un periódico, llamado «La sufragista», porque los medios de comunicación del momento las boicoteaban constantemente impidiendo que se difundiera debidamente. Se las acusaba de ser poco femeninas, querer renunciar a su naturaleza para ser hombretones hechos y derechos. ¿Os suena? Me temo que hay muchas personas por las que el tiempo parece no pasar y siguen siendo igual de machistas que sus bisabuelos.
En este ambiente, Emmeline protagonizó detenciones encarcelamientos y huelgas de hambre. También episodios que muestran su ingenio, un día mientras estaba dando un discurso una voz masculina la interrumpió a gritos: – Señora, ¿le gustaría ser un hombre?. – No, ¿y a usted?.
Y continuó (adoro el sentido del humor de los ingleses)

Christabel Pankhurst
Cuando estalló la I Guerra Mundial Emmeline Pankhurst anunció la suspensión las actividades políticas del movimiento feminista hasta el final de misma, todo el furor que había utilizado en su lucha por conseguir el voto, lo usó contra Alemania. Organizó una gran manifestación en Londres una gran manifestación de apoyo al esfuerzo bélico bajo el lema de “ los hombres a luchar y las mujeres a trabajar; no seremos pisoteados por el Káiser ”. Ante más de 30.000 personas apeló a los Sindicatos para que permitieran la incorporación de las mujeres a los puestos de trabajo en las industrias. Llegó a cambiar el nombre del periódico la Sufragista, por el de » Britania ”, mucho más patriótico. Atacó, a todo el que mantenga una postura tibia con respecto a la guerra, por no hablar de los pacifistas (incluída su hija Adela), a los que directamente tacha de colaboracionistas alemanes (ahí desde mi punto de vista tuvo un patinazo y es que nadie es perfecto ¿no?). En este tiempo se va alejando también de las posturas sociales que mantuvo en un principio, y adoptando otras más conservadoras, mientras que sus hijas Adela y Sylvia se declaraban abiertamente comunistas.

Adela Pankhurst
En 1917 Emmeline y Christabel Pankhurst formaron el Partido de la Mujeres, mezcló en su programa reivindicaciones sufragistas, y patrióticas, aunando posturas muy progresistas en cuanto a trato igualitario de varones y mujeres, y otras de tinte patriótico totalmente encendidas contra el enemigo alemán.

Sylvia Pankhurst
Después de la Primera Guerra Mundial, el sufragismo reinició sus actividades para la consecución del derecho al voto, desde una posición de fuerza muy diferente. La sociedad había comenzado a mostrarse favorable a la concesión del voto femenino. En Gran Bretaña, las mujeres podían ser candidatas pero no votar. Emmeline, pasó varios años en Estados Unidos, y Canadá, cuando regresó a su país en 1925se unió al Partido Conservador y fue propuesta como candidata. Falleció en 1928, tras la consecución, pocos meses antes de su gran objetivo, el derecho al voto completo femenino en Gran Bretaña. En España, sobre esa época fue cuando la primera mujer alcaldesa fue elegida (a dedo) y no sería hasta la II República cuando tendrían derecho a votar y ser elegidas. Es un personaje con luces y sombras, en el que la Primera Guerra Mundial influyó sobremanera. Sin embargo su empecinamiento en pedir el voto para las mujeres la hace admirable.
Emmeline dando un mitín
Gracias a mujeres como ella, he contraído una obligación y un derecho. Desde que cumplí los dieciocho años, acudo a votar. Unas veces con más ilusión que otras, para qué engañaros, pero acudo, aunque sea para votar en blanco. Sé que los partidos nos desilusionan y no por ellos al colegio electoral. Lo hago por algo más grande, porque soy ciudadana y el derecho al voto (como muchos otros) es para mí irrenunciable.
¿Conocíais a Emeline?, ¿sabéis más cosas del movimiento sufragista?, Contadme que soy toda oídos
Feliz semana.
brujaroja
7 junio, 2008Conocía a Emmeline Pankhurst sólo de oídas y me ha encantado la forma en que nos has contado toda su historia. Te lo agradezco mucho. Esa época me resulta particularmente fascinante, porque gran parte de lo que hoy somos, se fraguó gracias al desprecio que sufrieron esas «revolucionarias» mujeres…>Seguramente ésa es la razón por la que yo voto siempre. A veces con una pinza en la nariz, pero voto. Por todos los que aún no pueden hacerlo. Por los que perdieron la vida en el empeño.
Cecilia Alameda
7 junio, 2008Gracias a esta mujer y a otras como ellas hemos ido ganando terreno, consiguiendo que se reconocieran nuestros derechos, rompiendo en trozos los estereotipos más rancios sobre el papel de la mujer en el mundo. No debemos olvidar su nombre, ni su tarea. Es más, deberíamos nombrar y recordar con más frecuencia a las sufragistas y, como decís, ir siempre a votar. Se lo debemos a ellas y a todos los que padecieron dictaduras y no pudieron hacerlo
Ferragus
7 junio, 2008Has traído un tema que nos recuerda el esfuerzo de un puñado de mujeres que a través de su trabajo organizado, han acercado un poco más a hombres y mujeres; no fue fácil para aquellas mujeres ser escuchadas; inclusive por sus pares de la época recibieron oposición. Ideales que en mí caso comparto y defiendo, no por una cuestión de política, sino más bien, por una cuestión de humanidad, desarrollo y fe.>>Un saludo, Anab.>>>PS>Recuerdo la imagen de una mujer arrojándose al paso de una carrera de caballos, creo que fue en Inglaterra.
ROSALMOR
8 junio, 2008A lo largo de los acontecimientos más importantes de la historia de la humanidad, siempre ha estado detrás – muchas veces de manera anónima – una mujer a quien pocas veces se reconoce…preciosa y precisa reseña Anab…feliz fin…
B&R
9 junio, 2008Aunque nos digan lo contrario queda aún mucho por hacer. Y una de esas cosas es recordar las y los que vinieron detrás.
Álvaro Dorian Grey
9 junio, 2008No dejes de lado a la Emmeline española; Clara Campoamor.>Saludos y salud
Bohemia
9 junio, 2008Hace mucho, mucho, mucho vi una peli o una serie sobre ella…y tienes razón, sus ojos son como imanes…>>BSS
la pequeña candi
9 junio, 2008Me gusta su historia… Ya sabes, me gusta la HISTORIA.>Espero la próxima.>>Un besazo guapa!
elshowdefusa
10 junio, 2008Estaba convencida de que mi comentario iría en torno a la primera descripción que has hecho de Emmeline. Los ojos, los rizos, el rostro… sí, yo veo exactamente lo mismo que tú. No podrías haberlo descrito mejor.>>Pero ahí no queda la cosa. Porque has hecho que cambie de opinión en cuanto a votar. Nunca voto porque, sí, los políticos desilusionan. Pero, tienes razón, no lo haré por ellos… lo haré por Emmeline y por todas y todos los que lucharon por esto.>>Gracias, Anab.
Anab
10 junio, 2008Gracias a todos por vuestros comentarios. Me alegra sobremanera que os haya gustado.>Brujaroja: ya me imaginaba yo que tú conocías a Emmeline, pero no porque fuera de tu época (es broma)sino porque eres más lista que el hambre. De todas formas espero sorprenderte con alguna de mis elegidas, en alguna ocasión.>Cecilia, pues sí, y sí.>Ferragus, voy a buscar la foto en cuestión, a ver si la encuentro, por que a mi también me suena.>Rosalmor, gracias por tus elogios.>B&R. Ya sé que eres un convencido de la causa de igualdad entre hombre y mujeres.Y es cierto, queda mucho por hacer. Me alegra que por fin me comentes.>Alvaro Dorian Grey: craso error por mi parte, pero ya estás tu ahí para subsanarlo.>Bohemia: ¿ves como son esos ojos? y sin photoshop.>Candi: gracias, me alegra que te guste.>Fusa: Creo que me has hecho el elogio más grande que nadie podía hacerme. Cuando votes y ejerzas tus derechos, como mejor te parezca, acuérdate de todas estas personas que impulsaron la sociedad que hoy tenemos, que no es perfecta, ni mucho menos, pero avanza.
María a rayas
13 junio, 2008mmm…me ha gustado mucho Anab…no había oído hablar de esta mujer y su historia es asombrosa…>>cosas así nos hacen tomar conciencia de lo difícil que fue llegar hasta donde estamos y de que no hay que abandonar todavía…>>aunque luego, en el camino, nos entretengamos en cosas tan tontas como cambiar los semáforos para que los monigotes sean también mujeres, o reivindicar el uso de la palabra «miembras»… >>ay ay>>un abrazo